Leer consiste en percibir, a través de los ojos, signos gráficos convencionales y en traducirlos mentalmente para comprnder su contenido.
La lectura, para el individuo es un mundo de experiencias maravillosas, permite despojarse de la ignorancia, comprender el universo en el que está inserto y ser artífice de su propio destino; permite transportarse a un mundo anteriormente desconocido, abre las puertas a nuevos mundos ante su mente y su imaginación.
La lectura también tiene la magia de deleitarnos , con la palabra escrita, desde nuestra mirada interior, desde nuestro silencio, de tal modo que el texto desata en nosotros todas aquellas posibilidades que nos permitan ampliar recrear el mundo que nos rodea, más allá de sus referencias inmediatas.
Una lectura bien elegida y practicada, favorece el desarrollo de valores como: ètica , tolerancia, honestidad, honradez, responsabilidad, puntualidad, solidaridad, flexibilidad, etc.
En un sentido más amplio la lectura se la conceptualiza como todo proceso de interpretaciòn, comprensiòn o entendimiento que el ser humano realiza frente a un hecho, objeto o fenómeno real o virtual.
El lenguaje verbal, que es propio de los textos impresos, sin embargo, existen otros lenguajes que también son objetos de lectura, como el plástico, corporal, gestual, publicitario, auditivo, audiovisual, táctil, olfativo, gustativo, temporal, espacial, etc.
En definitiva , nadie puede negar que la lectura, en nuestra vida personal, nos ha ayudado no sólo a cumplir las tareas escolares, sino también nos ha informado, formado, ilustrado, ha cultivado nuestro pensamiento, ha mantenido intacta nuestra capacidad de asombro; nos ha permitido entretener y recrear nuestras horas de tedio y sobre todo a despertado nuestra creatividad y sentido crítico.
